martes, 13 de abril de 2010

El tiempo

La visualización del tiempo, o mejor dicho de los sucesos que ocurren en el tiempo, es un tema no muy habitual. Tampoco hay demasiadas metáforas visuales asociadas a ello.

El tiempo es una magnitud elemental, un concepto primario que no se puede definir en referencia a ningún otro concepto más básico. Como tal su definición es difícil y se basa en la experiencia universal de que el tiempo existe y tiene ciertas propiedades. Dicho de otro modo, es algo de lo que tenemos un conocimiento rudimentario.

Sabemos que cumple ciertas características intuitivas que las personas experimentan:

•Es aparentemente continuo.
•No comparte características con el espacio.
•Los sucesos están ligados al tiempo (de hecho es imposible la existencia de un suceso sin el tiempo y medimos el tiempo como el intervalo entre dos sucesos).
•Los sucesos ocurren secuencialmente en el tiempo, que corre en una sola dirección. No se puede ir “hacia atrás” en el tiempo.

Estas propiedades percibidas del tiempo condicionan nuestra forma de representarlo. De hecho, desde un punto de vista matemático, el tiempo se puede representar mediante una sucesión creciente de números reales.

Las metáforas visuales que representan el tiempo proporcionan un marco de referencia para mostrar los sucesos ligados a un cierto momento. De una forma u otra el tiempo está asociado habitualmente a una metáfora lineal (en forma de recta o curva)

Las más usadas son:

Línea de tiempo. Es un gráfico unidimensional en el que el devenir temporal se representa mediante una línea generalmente recta en la cual se señalan los sucesos mediante marcadores cuya posición sobre la línea es proporcional al tiempo transcurrido desde una referencia. Probablemente la primera línea de tiempo se debe a al trabajo de Joseph Priestley en 1765 en el que utiliza barras sobre una línea que representa el tiempo para mostrar el lapso de las vidas de los “más distinguidos en los anales de la fama”.
Otro claro ejemplo es la evolución en el tiempo del Brookhaven Graphite Research Reactor desde su instalación hasta su desmontaje. Muchas líneas de tiempo tienen una cierta anchura para evitar el solapamiento de sucesos. A diferencia de las bandas temporales dicha anchura no tiene contenido semántica.
Línea de tiempo biográfica de Joseph Priestley (1765)

Banda temporal. En una banda de tiempo el gráfico es bidimensional. Una dimensión representa el paso del tiempo mientras que en la otra se muestra otra magnitud asociada a los sucesos que se representan. Un ejemplo de banda temporal es el diagrama de Gantt, en el que las tareas de una planificación se distribuyen en el tiempo.
Themeriver es un ejemplo de banda temporal. Aquí la metáfora es la de un río compuesto por diversas corrientes asociadas a los distintos temas de una colección de documentos que se pintan de diversos colores y cuya anchura es proporcional a la importancia de aquel tema en un momento dado.

Espiral. La Espiral no deja de ser una línea (o una banda, si llenamos el espacio entre una vuelta y la siguiente) que se recoge sobre sí misma. La ventaja de la espiral es doble:

•Aprovecha mejor el espacio que una línea.
•Si la hacemos interactiva, girando la espiral podemos “extraer” más información temporal a partir de su origen.


Algunos ejemplos de interés los tenemos en Sapplet, una representación temporal interactiva en forma similar a los anillos del tronco de un árbol, en el que aparecen las notas de prensa de SAP relacionados con sucesos importantes contemporáneos.

SpiraClock es un elegante ejemplo de cómo la metáfora espiral del tiempo nos puede ser útil en tareas tan prosaicas como saber a que hora pasa nuestro autobús o darnos una información visual compacta de nuestras citas en MS Outlook. Sobre la espiral se superpone un reloj cuyas manecillas indican la hora. Las podemos mover adelante y atrás para hacer surgir las citas de nuestra agenda o las próximas horas e paso del autobús. El paso de la espiral es controlable, así como el tamaño del reloj.

Hélice. La versión 3D de una espiral. Añade una dimensión más a la representación de información. Véase por ejemplo el artículo "La hélice del comportamiento" para tener una idea de las aplicaciones en el estudio de los patrones de comportamiento de los usuarios de servicios telefónicos.

Representaciones dinámicas. Una forma de representar el paso del tiempo entre sucesos es utilizar el propio tiempo, posiblemente afectado por un factor de escala, como elemento de representación. Ejemplo claro de ello es una película, en la que se muestran sólo los sucesos relevantes para la narrativa. La animación que muestra la colisión entre dos galaxias que dura millones de años en tan sólo unos minutos es también una forma de representación temporal, si bien la escala de tiempo es implícita y no se muestra explícitamente de una forma gráfica.
La representación del paso del tiempo tiene sus dificultades. La representación del espacio es relativamente sencilla ya que se puede ligar al concepto de eje. Un eje se puede recorrer en ambas direcciones y puede referenciar apropiadamente la dimensión espacial.

El tiempo, sin embargo, se representa mal mediante una línea ya que el tiempo no es una dimensión espacial y, además, no es reversible. Paradójicamente la lineal es la metáfora más usada. Quizá la clave de todo ello consista en considerar que el tiempo es simplemente un estado del espacio.

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